La CLASE del Clase

El palomo de Clase antiguo tenía como atractivo, de ser un palomo con vuelos remados, colocación y temperamento exquisitos, manera de trabajar elegante, artista en el trabajo, por el perdido y por la paloma de hembreo, forma y manera de conquista, sus desplazamientos y por ser volador. Este para mí en líneas generales era el palomo de Clase antiguo, por ello se le dio o le dimos ese nombre, palomo de Clase o pájaro de Clase. Un palomo para mí, difícil de recuperar, pero no imposible. Este palomo de Clase antiguo del que hablo, digo que es difícil de recuperar, porque ha sido siempre difícil del ligarlo, porque cada aficionado lo ha sacado a su gusto, partiendo de la base de que el palomo ya venía cruzado con otras razas y hemos seguido cruzándolo hasta que fue apareciendo esa maravilla de palomo que nos encandilaba en los años 60, 70 y 80, donde creo tuvo su mayor esplendor, época en la que yo considero fue la edad de oro de este palomo de Clase.

 

Desgraciadamente estoy viendo que aunque hayamos mejorado bastante su estética en el vuelo, sobre todo en la manera de colocar el cuello, a veces no sabemos lo que queremos, que si el cuello le sale de la parte alta del pecho o le sale de la parte baja del pecho, que si hay que sacarlos de esta o de aquella manera. Que más da, si lo importante del palomo, es que sea armonioso y equilibrado con lo que tenga, sin perder los demás valores, que en algunos ejemplares ya ni se les suponen. En la cola ya es un desmadre, cuando el palomo de Clase siempre ha estado muy bien de cola. Ahora hay palomos con excesivas colas, igual que los hay con excesivos cuellos, palomos que parecen estar sacados con otras razas que no le aportan nada positivo, muchos palomos todos iguales, parecen fotocopiados, se ven en muchos palomares y en muchos sitios, palomos sin alma, palomos que son más propios de calendarios y de exposiciones de fotografías, que de palomos de Clase. Palomos que parecen irreales, palomos que se nos está yendo de las manos, palomos que no van a conocer y que ya no conocen las nuevas generaciones de aficionados y que es nuestra obligación y nuestro deber de preservar y defender estos valores tan difícil de encontrar en otras razas, lujazo de tener esta maravilla de palomo y que nos ha tocado por suerte de vivir y que debemos de conservar para nuestras generaciones.

 

¿Qué vamos a hacer cuando hayamos perdido del todo este palomo de Clase?,  ¿Volveremos a buscarlos en sus orígenes, como hay algunos que lo intentan a escondidas sin ningún éxito. ¿Volveremos a buscar esos alicantinos, esos valencianos que tampoco estarán?. Tendremos que cuidar muy y mucho lo que tenemos todavía. Y por todo esto yo pediría a los criadores, aficionados antiguos, presidentes de clubes, que enseñaran y difundieran este arte que tenía el palomo nuestro de Clase, mediante charlas y valoraciones de estos palomos, que se juzgan en el suelo y en el cielo, para que este palomo pueda seguir llamándose PALOMO DE CLASE CON MAYUSCULAS. Ejemplo de estos palomos hemos tenido y hemos vivido todos, vamos a intentar de que no se nos escape el CLASE porque haya perdido la CLASE.

Jose Luis Marfil Camacho | El Puerto, 2015

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