Juego de las palomas de vuelo Art. C. M.1949_02

*- Hemeroteca 1949

Palomas Buchonas – Juego de las palomas de vuelo

Las colitejas han servido de base para crear otra raza de líneas menos redondeadas, de cola plana, que infla mucho el buche y cuyo vuelo es de mayor radio, pero es menos elegante que el de los colitejas. Como oriundos del cruce de éstas con los buchones valencianos, los aficionados andaluces les llaman mixtos o jerezanos.

La movilidad de los murcianos y valencianos, más que la gallardía de su figura, pues son la raza que menos buche ostentan, juntamente con su extraordinario ardor y tenacidad de vuelo, constituyen las características que han aprovechado muchos aficionados para utilizarlos como exploradores del espacio (aparatos de caza vivientes), en persecución de cualquier paloma a la que alcance su vista. Y en verdad es curioso ver cómo se lanza el buchón en busca de la hembra que necesita, la sigue tenaz o incansable y procura conducir al palomar. Si lo consigue es acto seguido cogida por medio de trampas o redes y luego devuelta a su propietario Pero ocurre con harta frecuencia que el poseedor de la paloma apresada, la retiene indebidamente. Esta acción a todas luces ilegal ha sido la causa de que el vulgo las llame ladronas, calificativo arbitrario e impropio, pues en realidad sólo es aplicable a los criadores que las emplean para tan bajos oficios.

Si todas las palomas, al igual que los demás animales están sujetas al mandato imperativo del instinto genésico, las palomas buchonas no sólo por más ardientes, sino por su actitud para el vuelo y el amor que tienen a su palomas, son las especialmente indicadas para ese juego en que los machos persiguen afanosamente las hembras para llevárselas a su palomar a su vez que las hembras procuran atraer al suyo a los machos.

 

Actualmente la mayoría de los criadoras practican la suelta de machos, que no teniendo hembras de su raza, se lanzan en persecución de cuantas palomas ven en el espacio, a fin de llevárselas a su palomar, donde son capturadas, como ya hemos indicado, por su dueño, para quien realmente trabajan. Ahora bien, no se vaya a creer que todas las palomas perseguidas por los buchones son Indefectiblemente cazadas por sus amos. Si los buchones pudiesen hablar nos dirían los cientos y cientos de Kilómetros recorridos inútilmente  durante su vida tras de palomas zuritas o de otras muchas razas, a las que no consiguieron convencer. Además  no siempre son hembras las que siguen, sino también machos y pichones, que sin manifestar su sexo las arrastran no por amor y si por la imperiosa necesidad de satisfacer el hambre. Una paloma extraviada busca con anhelo su palomar, por encima del cual pasa muchas veces sin dar con él. Si no se aleja demasiado, podrá tardar más o menos, pero a la postre, después de tres o cuatro días, lo encuentra.

¿Es por instinto de orientación como aseveran algunos? Nosotros opinamos que es debido a un conjunto de circunstancias casuales. La paloma extraviada, vuela constantemente en torno de su vivienda sin conocerla, pero a fuerza de recorrer lugares que le son familiares y posarse en casas inmediatas, descubre a sus semejantes.

A ellas acude atraída por el hambre y por la sociabilidad que les Introduce en los palomares, que si es el suyo penetra rápidamente en él, lanzándose sobre el comedero pera saciar ansiosamente su voraz apetito. No es raro que, en los días de desorientación, a fin de pernoctar y reposar, busque el refugio del antepecho de una ventana u otro lugar a propósito, donde es cogida por cualquier desaprensivo y sacrificada sin compasión.

*- Cesar Martínez

Extracto de art. Gaceta de Granja,  10/1949

Un comentario sobre «Juego de las palomas de vuelo Art. C. M.1949_02»

  1. vamos vamos he empezado a leer y esta dando lecciones de los palomos no roban y que se deben devolver cuando seguidamente dice que se cojen con redes y demas artilujios jejejejejejejej alucinante el escrito vamos como para seguir leyendolo la primera en toda la boca pero bueno seran cosas de como se denominan en valencia colonvaires

Responder a Antonio Perez JimenezCancelar respuesta

Seguir

Únete a nuestros seguidores