Buchón Cobao visto para aprobación

-* Hemeroteca 2015. EL PALOMO «BUCHÓN COBAO ALMERIENSE».

El pasado día 7 de marzo de 2015, en la REUNIÓN DE LA COMISIÓN INTERTERRITORIAL DE RAZA DE LA REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE COLOMBICULTURA, celebrada en Don Benito (Badajoz), se admitió a trámite el proceso de estandarización del palomo «Buchón Cobao Almeriense». A dicha reunión asistió el Club Deportivo de Colombicultura denominado «CRIADORES DE PALOMAS DE RAZA DEL LEVANTE», con domicilio social en Huércal-Overa (Almería).-Este club fue constituido por sus socios fundadores, al objeto de agrupar a los distintos aficionados a la cría y selección de palomas de raza buchonas españolas, que existían en la zona, en la cría y selección del palomo «BUCHÓN ALMERIENSE» conocido como «COBAO». El Club cuenta con socios en las localidades de Huércal-Overa, Huércal de Almería, Almería, Zurgena, Albox, Arboleas, Cantoria, Purchena, Vera, Los Gallardos, Bédar, Pulpí, Turre y Mojácar, en la provincia de Almería, y también en la vecina Región Murciana.-

 

Los miembros del Club, llevan varios años presentando el «Cobao» por numerosos concursos y exposiciones, al objeto de culminar con la aprobación oficial del Buchón Almeriense «Cobao», como raza reconocida por la RFEC. El Palomo Buchón Almeriense, arraigado, en un principio, en el norte y levante de la provincia de Almería, concretamente en las localidades de Huércal-Overa, Zurgena, Al-box, Arboleas, Cantoria, Chirivel, Vélez Rubio, Vélez Blanco, Pulpí, Vera, Antas, Bédar, Los Gallardos, Mojácar, etc., que por sus extraordinarias cualidades de nobleza, incomparables dotes de conquistador y seductor, y fácil crianza, pronto le valieron para extenderse a numerosos puntos de nuestra geografía. Existido desde muy antiguo como raza de trabajo, su origen, con una anatomía y características análogas a las actuales, solo se remonta, con más o menos exactitud, a comienzos de los años 1940. Este antiguo Buchón Almeriense, habiéndose caracterizado, desde sus comienzos en su zona original, como palomo de trabajo por excelencia, por su gran instinto para encerrar palomas perdidas, muy valorado desde épocas remotas, en las que ya primaba un palomo, sobre todo, por las palomas que encerraba.

 

Instinto que ha llegado con toda vigencia hasta la fecha, persistiendo esta faceta, como la más importante y mejor valorada por los aficionados, que por la selección intuitiva de los aficionados, se ha llegado a su actual morfología, pero manteniendo e incluso mejorando sus dotes como el palomo de trabajo que se pretendía en un principio. También es justo decir de los COBAOS, que son palomos de unas cualidades y capacidad de trabajo difícilmente mejorables, destacando que su anchura de pecho hace que pueda alojar unos pulmones y un corazón de tales proporciones que le permitan desarrollar su trabajo con todas las garantías. Facultades estas que, junto a su cola plana y su largo y robusto cuello hacia adelante, le confieren una excelente proyección aerodinámica. Destacando que el conjunto de todas las cualidades que posee la Raza, le otorgan una extraordinaria capacidad FUNCIONAL, que lo faculta para adaptarse a las mayores adversidades climatológicas, convirtiéndolo en un as de la resistencia y la velocidad cuando la conquista lo requiere; todo ello sin restar elegancia a su versatilidad de movimientos y a los acrobáticos cambios bruscos de sentido, que ejecuta cuando persigue a su futura compañera.
R.C.A. 14 / 10 / 2015 / 61

 

 

 

 

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