Valencianos

VALENCIANOS

Después de nueve años visitando Andalucía en cuestiones de palomos, y no escuchar otra cosa que: «Yo tengo palomos Valencianos auténticos». Tras cada visita apreciaba buenos ejemplares de Laudinos, de Jienense, de Agorguerados, de Granadinos, de cruces preciosos, pero cruces y de algo más, que ni eran cruces ni eran conocidos. La mayor parte de los palomares que suelo visitar son de gente llana y sencilla que ni anilla los pichones ni quiere exposiciones. Son por tanto gente con afición a algo determinado «el palomo antiguo cazador». De estos señores en las provincias levantinas también quedan algunos (aunque conviene matizar que muy contados por la afición al deportivo). Los animales que encontré en Levante eran muy similares a los algo más de Andalucía (por llamarlos de algún modo).

 

Seguidamente los describo como los vi independientemente de la zona Este o Sur. Animales alegres y vivarachos pero señoriales al mismo tiempo, con una amalgama de colores bárbara, azules, toscados, ahumados, negros, rojo, bayos, más las consabidas mezclas en blanco, plumas, gavinos, aliblancos, etc. Lo que nunca vi fueron completamente blancos. En cuanto al tamaño eran animales medios. Si los observabas se apreciaba una cierta pillería entre ellos, nunca dejaban de observar las inmediaciones y en el caso de algún animal soltero no paraba ni cinco minutos en el palomar y cuando se encontraba en este no dejaba tranquilo a nadie. Un amigo de la zona de Gandía llegó a contarme que tuvo una hembra con la cual encerró más perdidos que con ningún macho, incluso en época de cría. Volviendo a la descripción biológica, comentaré que son palomos con buche grande, aunque no en exceso, las carúnculas en adulto las tiene bastante desarrolladas, mientras que en jóvenes son más bien pequeñas, si bien la diferencia en ejemplares de la misma edad incluso variaba.

 

El ribete ocular era claro en un 80% de los casos, mientras que en algunos ejemplares tomaba contrastes rosáceos oscuros, pero nunca con colores fuertes, este (ribete) era doble o semidoble sin pronunciarse con exceso, las patas eran finas y no muy largas, pero fuertes y sin plumones en ellas. La cabeza quizás no demasiado perfecta era acarnerada, existiendo algunos individuos, con lo que denominarían los critico el famoso hachazo, aunque ligeramente los adultos por lo general cambiaban mucho. En genio os comentare que después de verlos en acción con otras razas, tengo que decir que hay individuos e individuos, pero que el perdido o la paloma era para ellos o para nadie (con excepciones claro). Siempre hablo en pasado, no porque no los halla, sino, porque la descripción lo exige, hoy los hay y más a más, tenemos el gusto unos amigos y yo de tener alguno. Sean o no sean Valencianos, como tal los recogimos y en comparaciones con las otras razas, las cuales respeto, estos son algo más, nunca diciendo que sean mejores que los Laudinos, Jienense, Granadinos, Gorgueros.

Por Javier Dolz. RC9/2002

*- VEAMOS UN VIDEO SOBRE VALENCIANOS

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