Vivencias de un Hembreo

VIVENCIAS DE UN HEMBREO

 Saqué una pareja de pizarros, una hembra arábiga, se crió sola, el otro pichón murió al nacer , a los tres meses empezó a poner buche, ésta pichona sobresalía de las demás en vuelo, belleza y casta que demostraría después. Sin haber hecho su primera puesta a finales de agosto la encerré como las demás hembras que iba a probar y de ésta manera meterla en celo. Pasado los cuatro meses la solté al bandeo como las demás palomas, destacando en todo momento con sus salidas en busca de los machos en celo, tanta confianza me dio que decidí hembrearla la primera, dispuesto a perderla lo que no se debe hacer, sin haberla aquerenciado antes, dejándola criar o calentar una postura. »Puntualizo que el bandeo es de tres días, para ver como están de fuertes las alas y así salir con la hembra más larga de vuelo y que se aleje más del palomar y de ésta forma la vean los machos de otros palomares que están en suelta y se enteren que hay una hembra en celo de esta forma los machos van a buscarla todos los días»

 

La pichona antes citada, los primeros días empezó a darse con los machos, pero al tercer día de hembreo, observé que sólo le salía a un macho rucio que a ella le había hecho tilín, saltaba como un resorte cada vez que lo veía, sin hacer caso de los demás. Al principio creí que la perdía detrás de ese macho trabajándolo sin descanso, volando por encima de su palomar sin echarse, para que este saliera en su busca. Estuvieron así dos días, dándose en el aire pero sin echarse ninguno en el palomar ajeno. Al quinto día en una de sus tantas salidas, observé que el macho intentaba por todos los medios llevársela, pero ella cada día se iba quedando más corta de vuelo y lo trabajaba por corto. Al siguiente día, el macho se echó en mi tejado asustado, corriéndola y volviéndose a componer, la galanteaba sin molestarla demasiado Empezaron a pedirse pizo, incitado el macho con su arrullo y picándose el ala, haciendo un simulacro de darle de comer, la cubrió en el pretil de mi casa. Éste macho salió disparado a su palomar para atraerla, ella le siguió y recortando su vuelo pasando al palomar ajeno y llegando a posarse en los dos en el mío Entonces hubo una continuidad de salidas y rebotes del macho hacia su palomar y ella al suyo.

 

Observé que cada vez que la pisaba, la hembra se posaba directamente en su cajón, el macho al principio extrañado por la reacción de la paloma se embebía, buscándola con un estado nervioso, digno de ver y mencionar, por fin a la mañana siguiente sobre las once de la mañana, el macho la cubrió y le dio entrada ella a su cajón, compuesta ella como una reina, gallarda y lleno su buche de celo de la sensación de haber sido cubierta, entrando por la piquera de su cajón, arrastrando la cola de casta, brío y envistiendo al entrar. Aquello me emocionó de tal manera que a veces no hay palabras para describir y explicarlo. Otras veces anteriores hacía lo mismo al entrar, pero cuando veía que el macho se iba a su palomar, se asomaba a la piquera y le salía como una exhalación, para atraerlo a su cajón, hasta que por fin fue cogido y entregado a su dueño. Era precioso ver ésta pareja con tantas salidas, idas y venidas de fuerza, brío y casta de los dos congéneres, no hay cosa más bonita de ver, en un cielo azul y ver la suelta volar en celo, con sus buches inflados en armonía y configuración y a esa paloma en celo entre ellos, disputándosela como aguerridos guerreros medievales. Es una estampa digna de ver; hasta la próxima y espero no os canse con mis escritos.

Un saludo cordial.

Manuel Boza Esquiliche (San Fernando, Cádiz) 1987

*- VEAMOS UN VIDEO SOBRE HEMBREO

4 comentarios sobre «Vivencias de un Hembreo»

  1. donde no se practica el hembreo o mejor dicho la gente que solo suelta machos en celo ver lo mismo pero haciendolo una hembra les causa delirio de ver algo que no esta acostumbrado lo digo por mucha gente que les he comentado que pusieran ellos hembras en celo diciendome que en su zona no se estila y le he insistido cuando han visto el trabajo de una hembra con un macho todos y digo todos han comentado algo paresido a lo que esta escrito en ese articulo asi que donde hay ensuerta que se haga hembreo pues el dia que vean un choque entregarse o la hembra o el macho por su propio pie alicinaran y entraran a contarlo como digo porque no estan acostumbrados a ver eso el siguiente escalon a la suelta de machos el mas dificil todavia y a aprender a perder para saber ganar y saber que se tiene en el palomar el resto la mitad es mentira o miedo
    o

  2. el hembreo es muy emocionante es una pena que ya lo aficonado no esten por la labor y sean mas de palomo de jaula pero bueno cada uno hace lo que le guste

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