Laudino Sevillano El Vuelo

*- Hemeroteca 1984

El vuelo del Buchón Laudino Sevillano

El Buchón Laudino Sevillano representa, biológicamente, el producto de los numerosos cruzamientos realizados a través de los años entre ejemplares de diferentes razas. Muy pobre ha sido el aporte de la bibliografía colombófila en lo que concierne al estudio de las razas buchonas; pongo, por ejemplo, comparándola con la de las palomas mensajeras. En muchas ciudades españolas se practica la afición o deporte a la «suelta» para, con un equipo de pájaros en vuelo, atraer las palomas extraviadas. Este deporte ha sido popular en Italia, China, India y Nueva York. Mi buen amigo y aficionado José Morales posee, concluido hace unos dos años, un interesante trabajo documentado y relacionado con este deporte en el extranjero, al cual he animado a que lo publique en un futuro próximo.

Esta afición ha sido, y sigue siendo, sumamente popular. Aquí, sin embargo, no solamente se hace por un equipo de pájaros, sino también por una buchona individual en celo (hembreo). Esta modalidad, quizá, únicamente se practique todavía en Cádiz y su provincia. Recuerdo, aquí y ahora, mi primer recuerdo palomero, procede de Dallas (Almería), mi pueblo natal, en cuyas torres de su iglesia moraban numerosos zuritos.

 

Sentados sobre una acera, en una plazoleta cercana, unos chiquillos muy amigos Manuel Aranda y Gracián García, y el que suscribe, entre otros miraban hacia el campanario y observaban las evoluciones donjuanescas de un humilde palomo doméstico, que al ser de mayor tamaño se destacaba de entre los zuritos. Este fue para mí el primer palomo «robón».

Tal vez matice largo; más en esta afición, como en todas, si no se describen las faenas que los pájaros realizan, parece como si faltase la salsa. Este buchón sevillano es batallador y de arrastre, de vuelo largo (es el gaditano-jerezano, quizás, el más largo de vuelo en línea recta), no liso de buche en el aire. A pesar de ser un pájaro temperamental, no llega a ser tan celoso como el deportivo, alicantino, moroncelo o cuco. Posee los tres instintos bien caracterizados en todo buen buchón: persecución, seducción, conservación.

Su origen: 

Hace años, en Sevilla, como dice el estándar de esta raza, se cruzó el laudino valenciano con el rafeño agorguerado amarchenerado, para conseguir un palomo a gusto de los aficionados de la provincia. Los animales que heredaron más del rafeño-marchenero, en el cruce obtenido, resultaron gachos en vuelo su cabeza-cuello casi metido a buche, éste de forma anaranjada; la postura de cola, caída y ahuecada levemente; rabo caído, para otros.

 

Estas características de vuelo son indicativas de pájaros de buena intención. La referida forma de vuelo al gusto de tres excelentes aficionados y amigos de Sevilla: Juan M. Santos «El Maña», José Báñez y José Retamar, los cuales poseen también algún ejemplar de valía con cuello alagartado o escollado y cola abierta plana. Los ejemplares obtenidos con un parentesco más próximo al gorguero amurcianado eran de más belleza en vuelo, los cuales pre-sentaban la cola abierta y plana o levemente vuelta. Su cuello lo lleva en postura de alagartado o escollado, vuela abanicando sus alas airosamente.

Son cualidades propias, también, en los pájaros de excelente condición. Llevar el cuello «alagartado», en el aire, consiste en que el palomo lo porta por encima de la horizontal, con cierta semejanza a la postura de cuello de un lagarto; de ahí su nombre. Hago referencia a mi modesta experiencia para explicar cómo en el cruce efectuado recientemente (marzo 1980) entre el B. sevillano y el B. granadino, este último ha aportado al primero la parte proporcional de gorguero amurcianado que había venido perdiendo gradualmente a causa de ciertos cruces desacertados que realizamos varios aficionados (primeros años de la década de los 60), y al que espero referirme en alguna futura colaboración. Con la posibilidad de algún error, aunque con pocas probabilidades, deseo apostillar que de todos los buchones como se ven volar y en condiciones óptimas, si acaso un cinco o seis por ciento llegan a ser excelentes ejemplares de vuelo.

José V. Joya Villegas / Extrac.PD1984

*- VEAMOS UN VIDEO SOBRE ESTA RAZA

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