*- Hemeroteca 1844
De las Palomas_01 / Orden I° = PALOMAS FINAS.
Todas estas se parecen á las zuritas en el tamaño, en el vuelo sostenido mas o menos rápido, y en que no han perdido enteramente el instinto de su origen, pues cuando no las conviene la habitación o las incita el amor se desertan y establecen con las zuritas, de las que se distinguen por la brillantez é infinita variedad de sus colores, por tener el pico mas corto y grueso y la cabeza mejor proporcionada.
1ª . CASTA. Paloma Ladrona, que en Madrid llaman por excelencia de casta; tiene el pico corto, la cabeza amartillada, los tubérculos de la mandíbula superior muy abultados, los ojos sin membranas circulares. Generalmente todas las de esta casta tienen el manto ceniciento, porque es el que mas se estima y por consiguiente el que se procura conservar; aman y reconocen tanto el sitio donde empezaron á volar, que es difícil acostumbrarlas á otra habitación libre: á esta propiedad y al ardiente amor que las abrasa deben el empleo que se les confía de seductoras, para que recorriendo las torres donde se refugian y crían las zuritas, las atraigan con halagos á la casa de su dueño. Para este fin se tienen apareadas desde Mayo hasta fines de Octubre; y á principios de Noviembre se les quitan todos los machos á todas las hembras según el capricho de los dueños, que las destinan al corso.
Privadas así de sus consortes, y estimuladas naturalmente á propagar la especie, acuden inquietas á las torres para contraer nuevos enlaces, lo que consiguen fácilmente por hallarse allí multitud de palomas sin consortes, o lascivas y dispuestas al amor. Cuando este las unió vuelven las palomas á sus casas en busca del alimento que hallan preparado, y las zuritas que las liguen para este fin o bien para anidar, caen en el lazo y quedan presas. Notase que á veces ceden las zuritas á los halagos de las ladronas; pero esquivas de amantes de su libertad, jamás entran en la habitación de su consorte. En tales casos el macho ladrón se establece con su compañera en una torre, y viene á comer mientras cría los pichones; y cuando estos comienzan á volar los conduce sin intención al cautiverio.
2ª . CASTA. Paloma Buchona. Muy semejante á la precedente; pero se diferencia notablemente en la facilidad que tiene de inspirar mucho aire, y de hinchar de tal manera su buche, que le abulta mas que el resto del cuerpo. Se pueden admitir dos variedades de buchonas, que se distinguen en el pico; pues unas y son las que en Madrid llaman andaluzas, lo tienen muy corto, grueso y casi siempre negro; y otras largo, delgado y casi siempre blanco.
*- En Andalucía y la Mancha se sirven para ladronas de la primera variedad.
3ª . CA S T A . Paloma mensajera ó de la raza.
Llamada a si por que servía en otro tiempo para enviar cartas de una parte á otra. Se parecen á las ladronas; son esquivas, y huyen cuando alguno se acerca á ellas; tienen tanta fuerza en las alas que cuando se cogen en la mano si se les estiende alguna, al instante la recogen con violencia. En Valencia, como veremos mas adelante, las hacen servir de correos, habiéndose visto volver algunas al palomar desde ocho leguas de distancia en menos de tres cuartos de hora.
(Extrac./164/ tratado de) 1844 por catedrático, D. Nicolás Casas.