El Ropi

*- Hemeroteca 2009

«EL ROPI»

Fue uno de los palomos entre otros que empecé a disfrutar descendiente del palomar de mi abuelo Luis (1906), natural de Jerez y vecino del Puerto, quien fue mi promotor y de donde empecé a meterme en este mundillo. Como podrán apreciar en la foto en su poca claridad se denota el cruce o tipo de palomo de esas fechas, que como hemos dicho en otras ocasiones eran cruces de razas sevillanas, incluso buchón, que es como llamábamos al palomo de más buche en el Puerto, los jerezanos de Rafael Gilabert que los tenía en la c/Durango arriba en la antigua casa donde vivió un tío mío ya fallecido, y palomos venidos del levante (el llamado alicantino). Claro que yo disfrute de él más como palomo de cría, y si de sus hijos como palomos de suelta. Aparte de todos los hijos que regale a mis colegas palomeros que me pedían algún pichón por su notable resultado.

Año 69/70, murió en el 83, palomar Luis Bueno. Este palomo conocido en la c/Cielo y la Ribera, fue durante los años 70 uno de los más destacados en capturas y trabajo con hembras y zuritas. Fue apodado El Ropi por el desagradable acontecimiento de aquella época y el suceso del vendedor de arropías y sus crímenes sexuales entre los años 60/70. Cosas de aficionados en sus tertulias palomeras cuando se reunían en la ya inexistente taberna Salmerón que entre rumor y bromas le terminaron llamando así, quizás por el hecho de enamorar tantas palomas, porque otros motivos los veo algo chocante. Aunque en esta zona al referirse «a matao tantas palomas» es decir que la tiene muerta, que las a capturao. en fin argot palomero nada más.

Palomo vivo, seductor, desconfiado y volador, con instinto de querer meter su hembra en el agujero oscuro del cajón, y si salía a volar no le quitaba la vista, insistente en los saques continuos y venga a tirar pa su casa. Entre sus proezas podría decir que era un maquina recogiendo zuritas que llegaban a las capuchinas (antiguo convento de monjas) rebotadas del tiro pichón.  De este palomo se sacaron que yo recuerde más de 30 hijos entre hembras y machos, palomos que tuvieron el Dido de la ribera (dos borraos) El panaero de la calle larga ( borraos y borrá), el monaguillo de la iglesia San Joaquín (borrao el globo, y jazmín) el Juan de la c/Victoria (azul aliblanco), etc., etc… Hijos y nietos que en aquella zona por los años 80 también compitieron con las palomas jerezanas que ponía Manuel Rosado Barea (por cierto capturó al borrao el globo, gran palomo) en casa de su suegro al lado de las caballerizas de Terry. E incluso llegaron a Jerez ya que un aficionado El Botella (que venía a la lonja del Puerto a comprar pescao) se interesó por algún hijo ya previamente sabedor del mérito del padre, y por mediación del Rio Seco (trabajador de la lonja y aficionado) consiguió un borrao aliblanco, sacado hijo de una azula de Pepe Marfil que tenía el panaero. También por fechas anteriores (1976/8) en las visitas a mi familia a Jerez, el aficionado Enrique Mota de Torresoto ya me decía “niño cuando vengas el viernes que viene tráeme algún pájaro de esos de cabeza grande y pico recortaito de los de tu abuelo”, y a si fue le regale un azul aliblanco hijo del Ropi y de una azula que quedaba aún en el palomar que dejó mi abuelo en el patio, porque ese hombre gustaba de ponerlos a las zuritas de torretas de iglesia y demás. Para mí los mejores hijos (un emparchao y dos bayos) fueron sacados con una baya del Pimpollo del caracol, esta baya la cambié por una hija del Ropi al Lechuga (tío del aficionado Juan Muñoz), un albañil que vivía y tenía sus palomos en la c/Cielo, la paloma venía del famoso Teja del caracol, ya esto fue en tiempo y durante la época donde el palomo estaba destinado a criar nada más, por supuesto a pico y muy bien, siendo un animal muy fértil.

Pero claro el animal descolgó pellejo y afincado a un palomar carecía ya de vuelo, cambiando su morfología respecto a ribetes y carúnculas con sus tres verrugas no muy desarrolladas pero si bien marcadas debajo del pico. El Emparchao hermano de nido de unos de los bayos demostró ser un buen descendiente, el hermano bayo lo mataron, dejando antes rastro y trabajo a sus contrincantes, y el otro bayo hermano de padre y madre de otra postura incluso llegó con un tiro de balín en la pechuga, que posteriormente se le curó y fue regalado a un aficionado de la calle la victoria.

Estos palomos al igual que el padre posteaban en lo más alto de la Salle, desde donde tenían una gran visión por su altura y tanto al frente las Capuchinas y al otro lado el Hospitalito fueron sus idas y venidas en busca de zuritas o palomas en la zona comprendida en ese radio de vuelo. En esos tiempos ni que decir tiene para quienes lo conocieron, los palomos se ponían en un cajón de madera y ni encerradera ni na de na, celo, cajón, viudez y aire a buscar pareja y meterla en tu casa, esas eran las comisas del aficionado al palomo ladrón.  Hoy día en el Puerto algo más joven que yo, y que llegó a conocer al Ropi ya en su época de semental, podría nombrar al Chico o Pachequito que tenía los palomos también en la c/Cielo en la casa de sus abuelos enfrente de la iglesia San Joaquín. Otro aficionado colega palomero de aquel tiempo que lo disfrutó bastante fue Gabriel el pintor (el coco). Este palomo El Ropi era un producto del buchón de esas fechas, laudino/pica o alicantino, y todo lo que se cruzaba con alicantino seguía llamándose alicantino. Aún recuerdo cuando venía con mi abuelo un aficionado de la ribera (antiguo Bar Puente) Antonio «el alicantino» que vendía muergos, y les escuchaba sus conversaciones sobre los cruces con el alicantino.  Entre otros fue unos de los cruces hechos por los aficionados de la zona, y si lo querían más zuriteros en vez de laudino metían zurita (Luis Bueno (1906/78, y Pepín Velarde algo más joven pero colegas de afición). Para mi sin desmerecer otros habidos, este palomo El Ropi, marcó una época en la zona, y fue querido, admirado y deseado por quienes lo conocieron, no solo por su etapa como palomo de suelta, también como animal de cría, ya que postura que salía los criaba estupendamente y la mayoría de los aficionados querían algún hijo.

Me queda un buen recuerdo y disfrute de estos palomos, y por ello comparto estos recuerdos con ustedes, para que entre todos sepamos más de nuestra cultura y tradición palomera por nosotros mismos.

Luis db /[email protected] El Puerto. /10/03/2009