*- Hemeroteca 2007
EL AZUL VIEJO “PALOMO GUZMAN”
Mi Primer Palomo.
La primera paloma que entro en mi casa en Camas, fue importante no solo por lo que disfrute, sino además por lo que me curre a mi padre para que lo permitiese. Esta primera pareja, me la regalo el hijo de un pastor de la localidad de El Romquillo, que ya de por si hablar del tipo de vida que llevaban seria una novela, pues bien , este pastor vivía a unos trece kilometros del pueblo (zona denominada Los Cachones en la cola de los Lagos del Serrano), evidentemente en aquellos entonces ir a recogerlo, pues a patitas. Otra odisea era conseguir maderas para hacer el cajón , en aquellos entonces lo aprovechábamos todo, y yo encontre un armario chinero de cocinas, que repare y no quedo mal.
Pues bien la pareja que me traje eran creo un cruce de mensajera al 25% aproximadamente con algun tipo de palomo buchón muy meloso y volador, y hábil trayendo palomas en una palabra, un buen palomo. La anécdota de este palomo fue primero, que era capaz de desplazarse al Romquillo y volver a casa en periodos de tiempo muy cortos, yo en aquellos entonces vivia en Camas y la distancia por carretera a Romquillo es de unos cuarenta y ocho kilómetros a estos habría que sumarle trece km mas.
Cuando recogí el palomo al pastor evidentemente no estaba pintado, en aquellos entonces esto solo se hacia que yo conociese en Camas, y como el dinero escaseaba, pues nada le pintaba las alas de rojo con mercromina y mercurio del botiquín de casa, alguna bronquilla también me costo con la mama. Gracias a esto al verano siguiente de tenerlo averigüe a donde iba el palomo en las salidas que hacia de casa ya que el hijo del pastor me dijo, que el palomo que me regalo se venia al campo y cuando le parecía se iba, yo sorprendido le pregunte que como lo sabia, evidentemente me contesto porque tenia las alas de color rojo, desde aquel día cada vez que salía de casa en la dirección de Ronquillo, le controlaba el tiempo, se llevo haciendo esto por espacio de mas de dos años, hasta que averigüe el motivo, no era otro que el pastor había abandonado la cabaña de piedra donde vivía y ya no había nada allí, ni palomas, ni personas.
Cuando empezó a ir quiero decir que siempre lo tenia criando para hacerme de palomos, siendo muy bueno en eso también . Con cinco años en mi poder ya tenia yo buenos palomos para zuritas todos hijos de diferentes palomas con el, y como no tenia sitio y tenia machos mas vistosos que el, pues decidi venderlo para costear el grano . Segunda sorpresa, lo vendí en la Alfalfa de Sevilla, cinco duros me dieron por el, no se, no conocía al comprador, pues bien no seria de muy lejos, a los cuatro meses mas o menos no me acuerdo, sorpresa por la mañana en el palomar, mi azul con un pichón y una paloma, evidentemente en la trampa de red los recogí a los tres. La siguiente vez que fui a la Alfalfa mas de lo mismo esto tres o cuatro meses despues otros cinco o seis duros me dieron esta vez no me acuerdo bien, pero bueno a los dos meses el palomo otra vez en mi casa.
Después de aquello, se lo referia yo a mi compañero de clase Macias Perez de Salteras, aficionado también, que además estaba interesado en mis palomos, y llegamos a un acuerdo de cambio, pues nada al tiempo mas de lo mismo en casa y con uno de los pichones que le había criado, como era compañero de clase le devolví el palomo y me quede el pichón con el consentimiento de este, eso si con la advertencia, que si volvía a mi casa, ya no lo dejaría salir mas mientras tuviese palomos, me dio como se suele decir “un no se que” , evidentemente y como debe ser al año o mas otra vez se presento, esta vez lo prometido lo cumplí, y lo mas sorprendente es que parecía que no pasaba el tiempo por el, eso si siempre estaba en celo, y su cajón era cajón trampa amplio y soleado, era un truhán no solo le cogía las que el traía, si no que se las apañaba para que se metieran en su trampa las que traían los otros a veces.
Cuando me fui al servicio militar, pues en mi casa vieron el cielo abierto pa quitarme los palomos de en medio mis padres, me mandaron a Madrid a hacer la mili y no podía yo atenderlos, asi que desde alli di instrucciones a mis padres para que repartieran los palomos a mis amigos, encomendándole el azul viejo a un amigo, que aun no pudiendo tener palomos en su casa, disfrutaba con los mios, y este se lo llevo a Guillena a casa de un primo suyo, donde siguió coguiendole palomas esta vez ya no vino mas a mi casa o por lo menos yo no lo vi, eso si de mi casa en este tiempo de mili quitaron todos los cajones, no fuese a darme otra vez por los palomos. Lo ultimo que me dio fue pues que este amigo en la actualidad, sigue siendo amigo, trabajamos juntos, y hace dos años, pues me ha pedido y se los he dado palomos.
Ahora si tiene su casa, y tenia el mejor palomo ladrón del mundo EL PALOMO LADRON GUZMAN.
Pepe Montero (Castilleja – Sevilla / 2007)