La consanguinidad y su relación con la faena de robo

La consanguinidad y su relación con la faena de robo del palomo ladrón cubano. La consanguinidad o endogamia se refiere a individuos vinculados entre sí por sangre, sujetos que tienen un parentesco común, parentesco que puede ser más o menos cercano dependiendo del tipo de consanguinidad que exista entre ellos, siendo las más intensas o cerradas las que se establecen entre ascendientes y descendientes, llamadas también consanguinidades cerradas y las más abiertas las llamadas consanguinidades colaterales que son las que se establecen entre medios hermanos, tíos sobrinos y primos. La consanguinidad puede ser utilizada por los criadores como un método directo y expedito para rescatar, conservar, darle continuidad, mejorar, desarrollar y fijar el material genético de determinados individuos en sus descendientes, material genético que se traduce en determinados instintos, cualidades y características morfológicas de un individuo o grupo de individuos que se busca preservar y ¨fijar¨ en una descendencia, creando así un tronco genético común. Es a mi entender la única posibilidad que existe de resguardar y mantener, sin que se diluya, la ¨sangre¨ de las antiguas líneas de palomos, manteniéndolas ¨puras¨, refinadas y renovadas. Sin embargo, la genética no es una ciencia exacta y aunque la consanguinidad es la primaria y más elemental manera de manipulación genética, es obligado resaltar que en ella inciden factores que escapan a la voluntad humana, de ahí que muchas veces los resultados obtenidos no sean los deseados.

 

Es de suma importancia establecer dentro del proceso de consanguinidad un riguroso modo de selección de los individuos que se van a aparear con aquellos cuya ¨sangre¨ queremos mantener o conservar, pues mediante la consanguinidad no solo se transmiten los instintos y cualidades positivas de la ¨sangre¨ que queremos preservar sino que también se mantienen y transmiten los matices negativos de la misma, los defectos y carencias de los individuos cuya ¨sangre¨ deseamos salvaguardar, así como los de los ejemplares de afuera que se utilizan para hacer los primeros cruces. Debo acotar que antes de empezar a trabajar un palomar en consanguinidad lo primero que se debe tener es un buen palomo ladrón o una buena paloma ladrona en las manos, uno o varios, que hayan probado sus cualidades de ladrones en el aire, encerrando palomas, faenando un periodo de tiempo largo, demostrando esencialmente los dos instintos básicos de los ladrones, su seducción encerrando presas y su conservación no dejándose coger, después que determinamos utilizar a ese palomo como reproductor debemos probar sus capacidades reproductivas apareándolo con varias hembras que no tengan ningún parentesco con él, y probando sus hijos en el ¨aire¨, faenando y ¨robando¨, si el palomo transmite a sus hijos sus características siendo estos el resultado de ¨tiros abiertos¨, entonces estamos en presencia de un palomo ¨ligador¨, dominante desde el punto de vista reproductivo, que tiene un cierto grado de homocigosis y con el que se puede hacer un trabajo en consanguinidad, esto es indispensable pues hay palomos que son muy buenos como ladrones pero muy malos como reproductores, pues no son ¨ligadores¨, son heterocigóticos, etc. Casi todos están de acuerdo en que la endogamia tiene una incidencia negativa sobre los palomos que poseen esta cualidad, en cuanto a que pierden tamaño, reduce su vitalidad, capacidades reproductivas y resistencia a las enfermedades, sin embargo nadie refiere la incidencia negativa que tiene la consanguinidad sobre el despliegue en la faena de ¨robo¨ de las posibilidades instintivas que se han ¨fijado¨ en estos palomos consanguíneos, lo que los imposibilita ser ellos mismos buenos palomos ladrones, en lo que ha faena de robo se refiere, es decir en la inmensa mayoría de las veces la propia consanguinidad actúa como agente bloqueador de los recursos instintivos de los palomos consanguíneos, impidiendo que estos instintos ¨fijados¨ en ellos a través de la consanguinidad, se puedan mostrar y explotar por estos en su faenar diario.

 

También la consanguinidad influye de manera negativa en el carácter y el comportamiento de estos palomos consanguíneos, pues en la mayoría de los casos presentan carácter y temperamentos inestables, con comportamientos difíciles de predecir, siendo palomos muy dificultosos de controlar, por otro lado la endogamia afecta negativamente el indispensable equilibrio que tiene que existir entre las cualidades instintivas de los palomos ladrones para que estos puedan faenar adecuadamente, pues mediante ella se fijan solo algunos y determinados caracteres y no todas las características que debe poseer un buen palomo ladrón. Todo lo anteriormente expuesto se debe a que el objetivo de la consanguinidad como ya expresamos antes es rescatar, conservar, darle continuidad, mejorar, desarrollar y fijar el material genético de determinados individuos en sus descendientes, material genético que se traduce en determinados instintos, cualidades y características morfológicas de un individuo o grupo de individuos que se busca preservar y ¨fijar¨ en una descendencia, creando así un tronco genético común, este es el fin primario y más importante de la consanguinidad y no el de sacar palomos consanguíneos ladrones para faenar. La consanguinidad como método tiene un fin reproductivo, de suplantar reproductores ya viejos o a punto de quedar estériles, el palomo consanguíneo se fabrica para reproductor no para ladrón. Así como el palomo hibrido (palomo que carece de cualquier rasgo de consanguinidad, muchas veces producto del cruce de dos líneas distintas refinadas en consanguinidad, también denominado en el argot palomístico como ¨tiro abierto¨) prueba su valía en el aire, ¨robando¨ y faenando diariamente, el palomo consanguíneo prueba su calidad procreando y dando vida a palomos híbridos, aptos para el robo y la faena. También hay que tener en cuenta el aspecto degenerativo de la consanguinidad, sobre todo cuando se hace un uso excesivo de la misma pretendiendo concentrar cada vez más sangre mediante la consanguinidad cerrada de ascendientes y descendientes.

 

Al respecto durante los años 2002 y 2003 tuve diversas polémicas con Borroto pues él defendía la tesis de que por medio de la absorción él podría sacar hijos consanguíneos de ¨Alcapone¨ más allá del F3 (el F3 es el semental consanguíneo de un palomo determinado, reúne en sí el 88% de sangre de este) y que por ende un F4 o un F5 reunirían más sangre del palomo y por tanto más características del mismo, yo le oponía mi criterio de que más allá del F3 lo que lograría sería la degeneración franca y total de la sangre, creo que el tiempo me dio la razón, pues para nadie en Cuba es un secreto que lo que ahogó la línea de ¨Alcapone¨ de Borroto fue la propia consanguinidad de esta y el hecho de no salir a buscar 3 o 4 hembras especiales de ¨afuera¨ para cruzar con este excepcional palomo. Otra de las maneras degenerativas de la consanguinidad se manifiesta cuando se pretende mezclar sangre sin ton ni son, sin seguir los patrones y cruces en consanguinidad establecidos (consanguinidad cerrada es la que se da entre ascendientes y descendientes, de padres con hijos y abuelo con nieta y la consanguinidad abierta o colateral que es la que se da entre medios hermanos, tío sobrino y primos), muchos criadores por ligar sangre lo que hacen es mezclar en consanguinidad sin respetar los cruces establecidos a este respecto, obviando los tan importantes grados de parentesco y pasando por alto la importancia que tiene para el proceso de consanguinidad, la oxigenación que aporta a este la sangre de ¨afuera¨, resultando de esto individuos que son por un lado medios hermanos y al mismo tiempo son primos por el otro, o nietos por un lado y tíos por el otro, esto solo conlleva a la degeneración de la sangre. Resumiendo, que la consanguinidad es el camino para mantener una cohesión y homogenización genética dentro de un palomar, es la herramienta para conseguir la necesaria homocigosis que permita perpetuar determinados caracteres genotípicos y fenotípicos de ciertos individuos en sus descendientes, su fin es eminentemente reproductivo. Para el deporte, o mejor dicho para la faena de robo, salvo raras excepciones, los palomos resultados de ¨tiros abiertos¨ o híbridos son los que demuestran el verdadero desarrollo alcanzado por un criador en la consecución de sacar y poner a volar palomos que demuestren su casta de ladinos en las faenas de robo diarias. Lo anterior lo corrobora el hecho de que hasta donde yo sé, ninguno de los palomos ladrones famosos cubanos que me vienen a la mente (Alcapone, Azul de Ernesto el Mulo, Millonario de Ernesto el Mulo, Loco de Vitico , Azul de Miguelito el Lechero, el Azul de Lito de la Víbora, Eusebio, el Negro y el Blanco de Ferrer, el Azul de la Guerra, él Bebe, el Aliamarillo , el Tigre, el Cabo de Ángel Luis, Mustafá, el Biselado de Pedro Pablo del Mónaco, el Alicaído de Herbert del Sevillano y así la lista es interminable) fueron consanguíneos o tuvieron una consanguinidad elevada que yo sepa.

 

En lo personal, cada vez que puse a faenar palomos con un grado de consanguinidad determinado (me refiero principalmente a medios hermanos, primos y tíos sobrino) siempre fueron palomos con una gran inestabilidad en su comportamiento, a veces apáticos otras demasiado ardientes y desbocados, sin equilibrio entre el celo y sus demás instintos, tuve palomos consanguíneos que jamás se abrieron en el aire, volaban cerrados para acá y para allá, otros que eran intermitentes, un día hacían una faena encomiable y otro salían cerrados sin explicación alguna, otros mantenían una conducta adecuada durante un periodo de tiempo (siempre periodos de tiempo corto 3 semanas cuando más un mes) y después se ponían a dar vueltas encima de un techo determinado, muchas veces sin que hubieran palomas en él, lo marcaban, se tiraban en el cerrados, ariscos, salían y volvían a tirarse y solo regresaban al anochecer, otros ni se podían soltar pues se entregaban en cualquier techo detrás de hembras o bandas de pichones. En Cuba la principal preocupación de los criadores está en fijar en sus palomares dos aspectos esenciales del palomo ladrón: la seducción y la conservación, ya que las demás características y aspectos inherentes a los palomos ladrones como son el techo, el radio y la forma de vuelo, la persecución, el pegue, el mordiente, etc., están bien fijadas en casi todas las líneas cubanas. Los criadores cubanos han dividido las principales líneas de palomos en dos grandes grupos: líneas de palomos seductores y líneas de palomos de conservación o duros de patas, en la primera engloban a los palomos de la línea de Vitico, Ernesto el Mulo, Muñeco, Carlos y Norberto, Aliamarillo, Eduardito de Fraternidad, Leonardo de Víbora Park, Pelirratas, Cabo de Ángel Luis, los Cabreras, etc. y en los segundos los palomos denominados palomos de la línea de Guanabacoa o ¨Alcapones¨ aunque muchos no tienen nada que ver con este palomo, de ahí son los palomos de Ferrer, Baluja, Arley, Corría, Pedrito, Armandito Quija, Noel el Marinero, los criadores del Cotorro y San Francisco de Paula, etc., la conservación y la seducción son de manera general lo que marca la diferencia entre ambos grupos, pues en los dos el vuelo, el mordiente, el pegue y la persecución están más o menos desarrollados.

 

Cuando se trabaja la consanguinidad con uno de estos grupos (sobre todo cuando se usa la endogamia cerrada) los palomos consanguíneos resultantes carecen de una de las dos características esenciales o la seducción o la conservación, están como incompletos y de ahí entonces se haga necesario cruzar entre líneas consanguíneas que se complementen para lograr un hibrido equilibrado para la faena de robo. Luis Borroto Arestuche fue quizás en la época más moderna de la paloma ladrona en Cuba el pionero de los trabajos en consanguinidad, todavía recuerdo aquellos impresionantes palomos de Borroto de principios de siglo, todos cenizos buchirrojos o reales y azules, todos iguales, cortos, enflechados, rápidos, violentos, ardientes, pegadores, voladores, espectaculares, TODOS CONSANGUINEOS y NINGUNO LADRÓN, sin embargo el famoso palomo llamado el ¨Carro de la Muerte¨ que bolo en el barrio de Juanelo era hijo de un consanguíneo de ¨Alcapone¨ sacado por Borroto con una paloma de afuera, el ¨Maquinita¨ que Emilio Cano compró a Eduardito, es hijo de otro consanguíneo de ¨Alcapone¨ que sacó Borroto con una paloma de la línea de Eduardito y así innumerables ejemplos, es decir que cuando se abrieron en sangre fue cuando estos palomos empezaron a dar ladrones, el propio Vitico cuando reverdeció laureles el 2008 y voló los palomos en Vía Blanca y 10 de Octubre, comenzó a volar palomos según él que tenían un alto grado de consanguinidad y en realidad ninguno fue un palomo de calibre, sus grandes palomos el ¨ Loco¨ , el ¨Duro¨ y el ¨Venao¨ fueron palomos resultados de ¨tiros abiertos¨, el famoso Pinto de Vitico del año 95 que voló y robo en su casa del parque de la calle Reyes y que era medio hermano por parte de padre del ¨Loco¨, era un F1 del padre del ¨Loco¨ y fue en realidad un palomo sin seducción en el aire y que no duró mucho tiempo robando antes que lo cogieran, sin embargo si transmitió muy buenos palomos ladrones tanto en La Lisa , como cuando lo tuvo Rigoberto el panadero, como cuando lo tuve yo. Arturito el del Canal del Cerro siempre voló sus palomos en consanguinidad, tanto de los ¨Verdes¨ (¨Duro¨ y ¨Loco) como de un palomo azul que posee al que nombra el ¨115¨, siempre tuvo pobres resultados en el aire, lo conmine que abriera la sangre y este año quedó campeón de pichones y con grandes posibilidades de llevarse también la copa de gran campeón de 6 vueltas. El mismo Joel Valdés (Chabacano) me confesó que cuando ha volado palomos consanguíneos de la línea de ¨Muñeco¨ ha observado que no tienen seducción, que la esconden, aunque sí la transmiten a sus hijos resultados de ¨tiros abiertos¨, Ernesto el Mulo intercambiando criterios un día me expresó que el buen palomo ladrón es de sangre abierta no cerrada en consanguinidad. Con el presente escrito espero haber saldado la deuda que tenía con Pedro Linares que hace un tiempo atrás me pidió escribiera algo al respecto, son criterios propios, no son verdades inamovibles, pues en materia de palomas nadie tiene certeza absoluta sobre nada.

Un saludo a todos, Carlos el Abogado. 2011

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