Marchenero Raza Autóctona

El palomo marchenero, a un paso de ser reconocido raza autóctona.                            

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Buche abombado característica del marchenero

La Asociación de Colombicultura Niño de Marchena ha conseguido el reconocimiento por parte de la Universidad Pablo de Olavide del palomo marchenero como raza autóctona.

Desde hace diez años la asociación de colombicultura Niño de Marchena está luchando por el reconocimiento del palomo marchenero como raza autóctona. Tras las últimas noticias del estudio genético realizado por la Universidad Pablo de Olavide, tan solo haría falta presentarlo al Ministerio de Medio Ambiente para conseguir este ansiado sueño.

Lleva por bandera el nombre de esta localidad sevillana y presenta características muy definidas que lo hacen propio: desde su ligero peso, un buche abombado, la voluminosidad de su plumaje y la cola hacia abajo en el vuelo. Es por ello que desde esta asociación llevan años trabajando para que esta raza –que se caracteriza por la peculiaridad de su vuelo en forma de paracaídas– se declarare como autóctona.Un largo periplo que comenzaba allá por el año 2007 cuando se realizaba un convenio para trabajar en esa línea con CAAE, que resultó infructuoso porque la información no fue suficiente. Sin embargo, ante este primer obstáculo, en el año 2012 cogieron el trabajo con más fuerza de la mano de un biólogo marchenero dando el primer paso firme, y reconociendo «este ave como Bien de Interés Cultural», señala Juan Pozo.

 

A partir de entonces, quedaba hacer el estudio morfológico –para lo que estuvieron dos veranos midiendo palomos– y el estudio genético, éste último realizado gracias a un convenio entre el Ayuntamiento y la UPO, cuyo resultados han sido que «los análisis moleculares del palomo marchenero lo diferencian de las otras razas estudiadas». Para realizar el mismo, se ha hecho una comparativa con cuatro razas diferentes de palomos.

El objetivo principal, tal y como narra la asociación, es la preservación de esta emblemática ave por sus características morfológicas y culturales únicas, cuya raza, originaria en torno al S.XVI, es una de las cuatro más antiguas datadas en la provincia de Sevilla.

Los próximos pasos serán llevar, de la mano del Consistorio, toda la documentación al Ministerio de Medio Ambiente para que certifique tal reconocimiento que supondría «todo un éxito no solo para nosotros sino para todo el pueblo de Marchena», recalca Enrique Martín, quien es un aficionado a la colombicultura desde hace bastantes años. Al igual que él hay muchos apasionados de estas aves en la localidad y otros pueblos de la comarca. No obstante, hacen hincapié en que esta raza «está en peligro de extinción por lo que tenemos que tener mucho cuidado con la consanguineidad porque casi todos son familia». A la hora de cruzarlos hay que estar «peleando para que se toquen lo menos posible», relatan mientras especifican que «esta raza no admite cruce, sin embargo, sirve de comodín para otras».

 

Una afición también muy arraigada fuera de nuestras fronteras. Es por ello que el presidente de la asociación quiere tener entre las manos este reconocimiento «puesto que podría venir una persona de otro país diciendo que es suyo».

En Marchena siempre ha existido una gran afición al palomo que, poco a poco, está menguando. El principal problema «son las viviendas y la suciedad», aunque también Pepe lo achaca a que «los niños juegan con las maquinitas, cuando tendrían otros sentimientos si le regalaran una pareja de palomos. Los niños se crían en un ambiente más saludable».

Enrique tiene varias razas aunque siente especial cariño por el marchenero. Él tiene sus animales en el campo, sin embargo Pepe tiene los palomos en su casa y diariamente los saca para que puedan pasear. Siente devoción por ellos y no pararán hasta tener su reconocimiento que certifique que, el palomo marchenero es raza autóctona de la localidad.

María Montiel / Marchena 04 abr 2017/elcorreoweb.es

*- VEAMOS UN VIDEO DE ESTA RAZA.

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